¿Qué experiencias positivas y negativas recuerda de esa época?

 

“Bueno, las experiencias positivas es que las personas que se burlaban de mí  terminé ayudándolas, y las situaciones negativas es que la gente por no saber, cuestiones de las personas con discapacidad, actúan mal, yo creo que la gente no lo hace a propósito sino que la sociedad necesita conocer más de la discapacidad, para comprender”.

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¿Cómo son sus relaciones personales y laborales?

  

“Dentro de las relaciones personales indudablemente siempre hay personas que tienen cierta reserva, pero jamás me he sentido excluido ni jamás me he sentido rechazado. Pienso que con todo lo que he podido hacer me he ganado un espacio y un lugar en el corazón de las instituciones en las que he trabajado”.

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¿El hecho de ser no vidente hizo en algún momento de su vida que lo traten diferente, o que ha tenido que esforzarse más que los demás?

  

“Bueno, el esfuerzo si,  indudablemente, pero la forma de que me traten diferente nunca me gustó, le agradezco a mi mamá porque nunca, pese a mi discapacidad, me sobreprotegió sino que siempre me  trató igual que a todos mis hermanos que no tienen ningún problema, entonces esto me sirvió para afrontar la vida, porque cuando uno al lugar que va no ven si es persona con discapacidad sino el rendimiento que uno puede desarrollar”.

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¿Actualmente, como usted percibe a la sociedad en temas de inclusión?  

 

“Ahora la situación es más suave, antes era un poco más difícil, la gente pensaba que con pena o  lastima hacia mucho, pero ahora yo creo que hay más oportunidades para demostrar que si tenemos una limitación, o si no tenemos un sentido, tenemos otras capacidades para desarrollar y ahora se ve mucha más oportunidad para nosotros”.

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